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El Oficial Nicholas Piberius "Nick" Wilde es el dueteragonsita de la 55.ª película animada de larga duración de Disney, Zootopia.Es un zorro estafador en la ciudad de Zootopia que se ve obligado a ayudar a la agente Judy Hopps, una coneja, en su investigación.

A pesar de sus diferencias, Nick entabla amistad con Judy, quien le ayuda a darse cuenta de que puede ser más que su estereotipo. Nick aprovecha esta lección convirtiéndose en policía y compañero de Judy.

Personalidad[]

Nick sufrió acoso de niño por parte de los demás animales de Zootopia, quienes lo menospreciaban debido a los estereotipos de zorros, considerados astutos y deshonestos. Como resultado, Nick aprendió a no mostrar nunca vulnerabilidad y llegó a creer que no tenía sentido intentar ser algo distinto a lo que los demás creían que era. Por lo tanto, Nick es astuto, sarcástico y taimado, el estereotipo perfecto de un zorro. Sin embargo, bajo esta fachada, se siente profundamente infeliz, y se da a entender que, en el fondo, quiere ser visto como algo más de lo que es.

Nick tiene muy buenos contactos en Zootopia, especialmente en lo que respecta al elemento criminal. Sin embargo, se ha metido en problemas por esto, ya que se pone del lado malo del jefe mafioso de Zootopia, Mr. Big, lo que casi le cuesta la vida. Sin embargo, a pesar de su aparente falta de confianza y desinterés, Nick puede ser comprensivo con quienes se sintieron oprimidos como él, defendiendo a Judy del prejuicioso Bogo tras comprender la gravedad del caso que le tocaba, y desde entonces continuó animándola y ayudándola a encontrar a los mamíferos desaparecidos.

Siempre despreocupado y astuto, rara vez se inmuta ante eventos críticos o peligrosos, pero con una sonrisa pícara y un encanto inagotable, es capaz de engañar y estafar a quienes lo rodean sin dificultad alguna y es un maestro del engaño. Siendo él mismo un ex delincuente, Nick conoce cómo operan los criminales y usa este conocimiento para localizar a los Timberwolves. Nick también es un planificador increíblemente astuto e ingenioso, capaz de idear estrategias intrincadas y tortuosas en poco tiempo, ya que logró manipular a Bellwhether para que admitiera su participación en la conversión de catorce depredadores en salvajes, fingiendo estar convertido él mismo, reemplazando la pastilla de suero salvaje con un arándano y grabando dicha confesión con un bolígrafo con forma de zanahoria. Nick es un astuto juez de personajes, ya que pudo deducir correctamente de dónde venía Judy, cuáles eran sus ambiciones y cuál sería su futuro inmediatamente después de conocerla.

Sin embargo, Nick eventualmente se permitiría ser vulnerable, y esto le daría otra oportunidad para ser herido. Como nadie le dio la oportunidad de ser lo que podría haber sido ni creído en él, se conmovió mucho cuando alguien finalmente lo hizo y Judy le dio la oportunidad de convertirse en policía. Pero cuando ella hizo comentarios involuntarios e intolerantes sobre depredadores en una conferencia de prensa, se sintió profundamente herido y traicionado porque él y muchos otros estaban siendo señalados nuevamente debido a su especie, y por alguien en quien confiaba y admiraba, lo que lo hizo romper su fachada despreocupada. Sin embargo, la actitud relajada de Nick también lo convierte en alguien que perdona con facilidad, y no es rencoroso si le hacen daño.

A pesar de tener una mente serena y despreocupada, Nick no maneja muy bien las situaciones intensas en comparación con personas como Judy, una policía especializada. Es propenso a suplicar desesperadamente o a aceptar con pesimismo su destino si pierde el control de la situación, pero aun así es lo suficientemente leal como para nunca abandonar a sus amigos en tiempos de crisis o cualquier otra situación. A Nick también le disgustan profundamente los bozales y los mamíferos intolerantes debido a su sombría historia con ellos, lo que también puede provocar flashbacks o ansiedad.

Biografía[]

Trasfondo[]

De niño, Nick, residente de Zootrópolis con su madre, soñaba con unirse a los Jóvenes Exploradores locales. Aunque parecía haber sido bien recibido por los jóvenes miembros, no fue así. Tras su "iniciación", Nick fue ridiculizado, golpeado brutalmente, burlado y amordazado por los demás exploradores, por ser un zorro (y el único depredador presente), considerado una de las especies de mamíferos más indignos y viles de Zootrópolis. Tras salir corriendo para escapar de sus torturadores, Nick rompió a llorar, desarrollando un miedo incontrolable a los bozales y una aversión hacia las presas y los mamíferos intolerantes.

A raíz de esta experiencia, Nick juró no exponer jamás su verdadera vulnerabilidad a los demás, lo que resultó en que el zorro se presentara como estoico e inalcanzable. Además, decidió que, si el mundo consideraba a los zorros como simples sinvergüenzas astutos, viles e indignos de confianza, no solo debía aceptarlo, sino aceptarlo, convirtiéndose posteriormente en un estafador exitoso.

En algún momento de su carrera como estafador, Nick se hizo amigo del temido jefe mafioso Mr. Big, con quien desarrolló una sólida relación. Big sentía simpatía por el zorro y confiaba en él, lo recibió en su casa e incluso le presentó a su querida abuela. Sin embargo, Nick se aprovechó de la confianza de Big vendiéndole una carísima alfombra de lana hecha a escondidas con el pelo del trasero de una mofeta. Sintiéndose traicionado e irrespetado, Mr. Big rechazó a Nick, amenazándolo con matarlo si volvían a verse.

Al comienzo de la película, Nick parece tener una buena situación económica, pues afirma haber ganado 200 dólares por día desde los 12 años (aunque la exactitud de estas afirmaciones es cuestionable) y, a menudo, trabaja junto a su irascible compañero y compañero zorro Finnick y divide las ganancias del día con él.

Zootopia[]

En un día cualquiera, Nick y Finnick estaban en medio de su último plan. Primero se le ve husmeando por Savanna Central y finalmente entrando en el Café Jumbeaux, donde sin saberlo, la agente Judy Hopps, novata del Departamento de Policía de Zootopia, lo sigue, pues cree que Nick, al ser un zorro, trama algo malo. Dentro del café, le niegan el servicio a Nick debido a su especie, aunque Nick afirma no tener malas intenciones y que simplemente busca comprar una paleta gigante como regalo de cumpleaños para su hijo (Finnick, disfrazado de niño pequeño). Jerry se niega de nuevo, lo que lleva a Judy a intervenir. Lo hace amenazando con cerrar el establecimiento de Jerry por infracciones del código de salud, y por miedo, Jerry accede a las exigencias de Judy permitiendo que Nick compre la paleta. Con la suerte a flor de piel, Nick continúa su plan alegando haber dejado su billetera en casa, lo que lleva a Judy a pagar por compasión. Nick agradece a Judy por sus servicios, antes de que él y Finnick abandonen el lugar. Se dirigen a la Plaza Sahara para continuar con su plan, que se revela como un elaborado plan en el que él y Finnick funden las paletas gigantes para crear docenas de paletas miniatura (Pawpsicles), vendiéndolas a lemmings a un precio inferior al original y reciclando los palitos para vendérselos a ratones para la construcción en Little Rodentia. Tras terminar el trabajo del día, Nick y Finnick dividen las ganancias y se separan, justo antes de que Judy revele haber presenciado todo el desarrollo de su plan, sintiéndose ridícula por haber caído en la trampa de Nick.

Enfadada, Judy amenaza con arrestar a Nick, pero él replica afirmando que no ha hecho nada ilegal y que tiene todos los permisos y la documentación necesarios para que tales planes se lleven a cabo. Posteriormente, reprende a Judy por su fracaso como policía y le da una dosis de realidad: Zootopia no es un lugar donde cualquiera puede ser lo que quiera, sino un lugar donde eres quien eres. Estas palabras impactan a Judy, y al día siguiente, está decidida a demostrar su valía, ya que su jefe, el Jefe Bogo, también tiene sentimientos negativos hacia un policía conejo. Recibe la oportunidad cuando se ofrece voluntaria para ayudar a resolver el caso de Emmitt Otterton, el mamífero desaparecido, aunque Bogo solo le da 48 horas para hacerlo o se enfrentará a su renuncia. Tras investigar, Judy descubre que Nick tenía vínculos con Otterton y lo nombra testigo. Encuentra a Nick y Finnick en medio de otra estafa y les pide información sobre el paradero de Otterton, ya que Nick le vendió un caramelo de peluche poco antes de su desaparición. Cuando Nick se niega a ayudar, Judy amenaza con arrestarlo por evasión fiscal, un delito grave que ella misma le exige admitir, usando su bolígrafo zanahoria con función de grabación de voz.

Con la suerte agotada, Nick se une a regañadientes a la misión de Judy, con la esperanza de recuperar y deshacerse de la grabadora zanahoria una vez que hayan terminado su trabajo. Nick lleva a Judy al Oasis de Mystic Springs, un club naturalista, donde su dueño, Yax, los ayuda dándoles la matrícula del coche en el que Otterton fue visto por última vez. Nick pide entonces la grabadora zanahoria, creyendo que su función ya está cumplida, pero Judy se da cuenta de que no puede verificar una matrícula, ya que aún no está en el sistema de Zootopia, lo que obliga a Nick a hacerlo por ella. Nick lleva a Judy al Departamento de Vehículos Motorizados, donde Flash el Perezoso, al ser un perezoso, se toma el resto del día para verificar la matrícula, según el plan de Nick.

Cuando encuentran el coche en Tundratown para vallarlo, Nick comenta que Judy debe ceder, ya que no tiene una orden policial para entrar en el recinto, lo que significa que su colaboración ha terminado. Sin embargo, Judy vuelve a engañar a Nick lanzando la grabadora por encima de la valla, lo que lo obliga a apresurarse a cogerla, violando así las leyes de allanamiento y obligándolo a otro rincón de chantaje. Judy excava bajo la valla tan rápido como Wilde puede trepar, y los dos comienzan a registrar el coche. Nick pronto se da cuenta de que el coche pertenece a Mr. Big, el jefe mafioso más temido de Tundratown, cuya cabeza tiene precio por una transacción comercial que salió mal. Nick intenta escapar, pero él y Judy son capturados por los secuaces de Mr. Big. Son llevados a la mansión del jefe mafioso, donde Judy interroga a la musaraña ártica, acusándolo de ser sospechoso de la desaparición de Mr. Otterton. En respuesta a esto y a Nick, Mr. Big ordena que los congelen hasta morir, pero cambia de opinión cuando su hija, Fru Fru, llega y explica que Judy le salvó la vida. Mr. Big les permite vivir y los invita a la boda de Fru Fru como invitados de honor. Allí, Mr. Big informa sobre la desaparición de Otterton y aconseja a Nick y Judy que viajen al Distrito de la Selva Tropical para interrogar a un jaguar negro llamado Manchas, la última persona que vio a Otterton. Al encontrarse con Manchas, Nick y Judy lo encuentran sumido en un profundo miedo. El jaguar explica que Otterton se había vuelto misteriosamente "salvaje" (regresado a un estado salvaje) y lo había atacado antes de huir, dejándolo con una cicatriz en el ojo. Manchas también menciona que Otterton había estado gritando sobre "aulladores nocturnos" en sus últimos momentos de cordura, pero antes de que pudiera revelar nada más, Manchas se enfureció repentinamente y los persiguió. El jaguar finalmente acorraló y casi mató a Nick, pero Judy lo esposó a un poste justo a tiempo antes de que escaparan. Sin embargo, cuando llegó la policía, Manchas había desaparecido misteriosamente. El jefe Bogo, sin creer la historia de Judy, le exigió su placa. Nick la defendió y le pidió a Bogo otra oportunidad, la cual le dio a nuestra heroína.

Nick y Judy se despidieron en una góndola, donde Judy agradeció a Nick su compasión. Nick se toma su tiempo para explicar su difícil infancia, su compasión por los oprimidos y las razones detrás de su carácter estoico y su estilo de vida estafador. Se arrepiente de inmediato, pues rompió su promesa de mantener su vulnerabilidad en secreto, e intenta cambiar de tema. Judy simplemente lo consuela, agradeciéndole por compartir su historia. Nick ignora sus palabras, pues de repente se le ocurre descubrir qué le sucedió a Manchas usando los sistemas de cámaras de la ciudad, conectados a casi todas las áreas de cada distrito, gracias a los contactos que Judy tiene en el Ayuntamiento.

Más tarde esa mañana, visitan a Bellwether, asistente del Alcalde Lionheart, quien les da acceso a las cámaras de tráfico de la ciudad. Descubren que Manchas fue capturado por lobos (Judy supone que son los "Aulladores Nocturnos"), y Nick astutamente sigue su camino por caminos ocultos hasta un hospital abandonado a las afueras del pueblo llamado Cliffside. Judy, impresionada por las acciones de Nick, felicita al zorro y señala que tiene el potencial de ser una valiosa incorporación al Departamento de Policía de la Ciudad, aunque lo ignora. Una vez que los dos salen, finalmente encuentran un manicomio fuertemente custodiado por lobos y lleno de depredadores encarcelados que han caído en la infección "salvaje". La operación parece estar dirigida por el alcalde Lionheart, a quien Nick y Judy escuchan a escondidas, descubriendo que quiere mantener en secreto a los depredadores encarcelados para evitar el pánico público y, por ende, proteger su trabajo. Al ser descubiertos, Nick y Judy escapan e informan de sus hallazgos a Bogo, quien llega con sus fuerzas y arresta al alcalde Lionheart.

Tras estos sucesos, Judy es aclamada como una heroína y se celebra una conferencia de prensa sobre la situación. Nick le aconseja a una nerviosa Judy que mantenga la calma, y ​​momentos antes de que llegue su hora de hablar con la prensa, Judy le ofrece a Nick un puesto en la policía como su compañero. Nick, conmovido de que alguien vea algo más allá de su especie, lo toma en cuenta y la observa con orgullo mientras ella habla de su última victoria. Sin embargo, cuando le preguntan por qué los depredadores se han vuelto salvajes, Judy, sin respuestas, sugiere que podría tener algo que ver con la "biología", lo que se interpreta como una seria señal de que los depredadores están volviendo a sus formas despiadadamente primitivas y agresivas. Nick se ofende profundamente, pensando que Judy no ha hecho más que etiquetar a todos los depredadores como "salvajes", lo cual, técnicamente, hizo. Al ser confrontada por el asunto y llegar incluso a preguntarle si creía que se la comería, Judy comienza a sentirse amenazada y, de hecho, busca su repelente de zorros, confirmando que ella también ve a Nick como un salvaje en potencia, al igual que el resto del mundo. Nick, traicionado, abandona el departamento y rechaza la oferta de Judy de unirse a la fuerza, creyendo que no quiere un "depredador" como compañero. Al revisar la solicitud, Judy descubre que estaba completa. Intenta alcanzar a Nick, pero la prensa le impide el paso y le pregunta si él la amenaza.

Tras estos sucesos, Nick vuelve a su vida normal, reuniéndose con Finnick y disfrutando de su tiempo libre. De repente, Judy regresa con un gran avance en el caso, necesitando la ayuda de Nick para resolverlo y salvar la ciudad. Nick se niega, lo que lleva a Judy a confesar lo ingenua que ha sido y lo arrepentida que está de haber causado tantos problemas, y sobre todo, de haber lastimado a Nick en el proceso. Cree que, una vez resuelto el caso, él podrá odiarla para siempre y ella vivirá con ello. Sabiendo que sus palabras son sinceras, Nick perdona a Judy, grabando su confesión en su grabadora de zanahoria, que conservó. Ambos se marchan y buscan a Duke Weaselton para obtener información. Duke robó unas flores únicas en el segundo día de Judy en la ciudad, y esas flores estaban relacionadas con lo que provoca la furia animal. Cuando Duke se niega a cooperar, lo llevan ante Mr. Big, quien amenaza con congelarlo a menos que les diga lo que querían saber. Duke revela que las flores fueron vendidas a un carnero llamado Doug, dueño de un laboratorio oculto en los túneles del metro. Nick y Judy encuentran a Doug y descubren que usa las flores para producir un suero que ha estado exponiendo a depredadores con una pistola de dardos, volviéndolos salvajes. Judy secuestra el laboratorio (que está en un tren aún en funcionamiento) e intenta llevar la evidencia a Bogo. Los secuaces de Doug los persiguen, y aunque son derrotados, el tren descarrila y es destruido.

Afortunadamente, Nick revela haber salvado la evidencia que contiene la pistola de dardos y su munición de toxina aulladora nocturna, y ambos se dirigen a Bogo a través del museo de historia. Allí, se encuentran con Bellwether, quien se revela como el verdadero cerebro detrás de la malvada operación. Envía a sus secuaces a capturar a Nick y Judy, y aunque logran escapar, Judy resulta herida en el intento. Nick se niega a dejarla e intenta llevarla a un lugar seguro, pero los matones de Bellwether lo arrojan a una fosa común. Allí, Bellwether le dispara a Nick con el suero salvaje para que se vuelva salvaje y mate a la herida Judy. Bellwether llama a Bogo para que parezca un accidente, pero tanto Judy como Nick revelan haberle ganado la partida, ya que la bala era en realidad un arándano. Con la confesión de Bellwether grabada en el bolígrafo de zanahoria, Bogo y su fuerza, depredador y presa reunidos, llegan y la arrestan.

Al final, Judy es readmitida como miembro del Departamento de Policía de Zootopia. Nick, con un cambio de actitud hacia su vida, también se une como su compañero. Se celebra una ceremonia en la que Judy le entrega la placa a Nick, y ambos comienzan sus tareas inmediatamente después. El epílogo muestra que Nick se ha convertido en un miembro bienvenido de la fuerza, e incluso en un compañero apreciado del Jefe Bogo, quien les encarga a Nick y a Judy la tarea de rastrear a un corredor callejero, quien irónicamente se revela como Flash, para sorpresa y diversión de Nick.

Durante los créditos finales, Nick se une a Judy y a otros ciudadanos de Zootopia para asistir a un concierto de la estrella del pop Gazelle.